sábado, 23 de julio de 2011

Observaciones al documento de la Línea Política esperando el documento final de la plenaria del XIV Congreso del PCV

La conferencia se instalo y funciono en conformidad con los estatutos del Partido Comunista de Venezuela y reglamento aprobado por el XXXI Pleno del Comité Central en la preparatoria del XIV Congreso. Se acordó elegir en consenso como delegado a la Conferencia Regional y La dirección de la Célula: DELEGADO ELECTO POR LA CONFERENCIA DE CÉLULA A LA CONFERENCIA REGIONAL Manuel Ángel Ojeda M con 11 años de militancia
Aspectos de la Instalación de la Conferencia de Célula "Sótero Figueroa" ¡POR UNA NUEVA CORRELACIÓN DE FUERZAS PARA PROFUNDIZAR LA LIBERACIÓN NACIONAL HACIA EL SOCIALISMO!
Posteriormente al análisis y los debates del PROYECTO DE LÍNEA POLÍTICA presentado por el Comité Central y de la Comisión de trabajo, la célula formalizo la siguiente resolución como aporte al proceso congrecional. RESOLUCIÓN: La conferencia resolvió advertir observaciones en el documento de la línea política a debatirse en el XIV congreso del PCV en los siguientes numerales; Numerales del documento de la línea política afectados, 1, 4, 8, 11, 21, 41, 42, 50, 63, 64,66,67. 1) Las históricas transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales que vive el mundo, están transversalizadas por dos grandes contradicciones: la fundamental entre trabajo y capital, que signa con mayor fuerza la época de transición del sistema capitalista al socialista; y la principal, entre humanidad e imperialismo, que plantea la lucha por la liberación nacional y el desarrollo independiente de los pueblos. En la actualidad Observamos el predominio de los intereses del imperialismo en las Naciones Unidas para transformarla en instrumento de su política exterior así como también el FMI, la OMC, el BM, la OEA, el BID, y alianzas militares como la OTAN. 4) Esa crisis reciente ha puesto de relieve algunos fenómenos que están en desarrollo desde hace algún tiempo. Uno de ellos es la creciente tensión entre los distintos polos imperialistas, particularmente entre el estadounidense y el europeo, y entre éstos y los polos emergentes o en expansión, como el Ruso y el Chino. Estas contradicciones inter-imperialistas crean una situación muy fluida, que oscila desde las alianzas flexibles entre todas estas potencias económicas para impulsar sus objetivos comunes de dominación mundial, a las confrontaciones momentáneas entre ellos cuando pugnan por el control de áreas o mercados de especial importancia, como ha ocurrido ya varias veces en torno a los recursos energéticos y las posiciones geopolíticas de Asia Central, que despiertan las ambiciones hegemónicas de Rusia, Europa y los Estados Unidos a la vez.
Conferencia de Célula "Sótero Figueroa" 8) Esto demuestra que continúa en todo el mundo la reactivación de los movimientos democráticos, progresistas y populares, tras el severo reflujo que sufrieron en los años 90 y principios del nuevo siglo, en el contexto de la derrota y posterior desmembramiento del bloque socialista, y la imposición por el imperialismo de la doctrina del “fin de la historia”. Debemos mencionar con especial satisfacción la recuperación sostenida que sigue experimentando el movimiento comunista internacional en todos los continentes. Pese a la persistencia del anticomunismo en diversos países, especialmente en Europa Central, se consolidan cada vez más los partidos comunistas y obreros del mundo, y se fortalecen y dinamizan sus diversos mecanismos de articulación. Son cada vez más frecuentes y productivos los encuentros entre nuestros partidos hermanos y los movimientos de liberación nacional, con respeto y reconocimiento de las distintas formas de lucha que corresponden a las realidades concretas de cada pueblo.
11) Una revolución de liberación nacional implica un proceso de ruptura de la dominación de los grandes poderes imperialistas sobre los países coloniales, semi-coloniales y dependientes en general; esta ruptura conlleva, entre otras conquistas, el rescate y fortalecimiento de la soberanía nacional, el establecimiento de un Estado nacional moderno y eficiente de carácter democrático-popular revolucionario, el desarrollo económico independiente, la industrialización masiva con progresivo desarrollo científico y tecnológico autónomo y productividad creciente, el logro de la soberanía agroalimentaria, y el establecimiento de las bases para el desarrollo pleno de la cultura nacional.
21) Las diversas iniciativas colectivas emprendidas por el gobierno, tales como los “Saraos” y “Saraítos”, “Núcleos de Desarrollo Endógeno”, “Fundos Zamoranos” y las llamadas “Empresas de Producción Social”, han sido, al menos hasta ahora, muy poco exitosas, como también lo han sido la mayoría de las numerosas cooperativas constituidas en el marco de las Misiones “Vuelvan Caras” y “Che Guevara”, y muchas de las pequeñas y medianas industrias que el gobierno ha apoyado. Y una nación que no produce lo que come, o sea, que no ha logrado asegurar su soberanía agroalimentaria, no es verdaderamente dueña de su destino.
21) Las diversas iniciativas colectivas emprendidas por el gobierno, tales como los “Saraos” y “Saraítos”, “Núcleos de Desarrollo Endógeno”, “Fundos Zamoranos” y las llamadas “Empresas de Producción Social”, han sido, al menos hasta ahora, muy poco exitosas, como también lo han sido la mayoría de las numerosas cooperativas constituidas en el marco de las Misiones “Vuelvan Caras” y “Che Guevara”, y muchas de las pequeñas y medianas industrias que el gobierno ha apoyado. Y una nación que no produce lo que come, que no ha logrado asegurar su soberanía agroalimentaria, no es verdaderamente dueña de su destino. Iniciativas enmarcadas en la concepción neoliberal que reproduce los niveles de dominación capitalista.
41) En la Venezuela actual ciertamente identificamos a una burguesía nacional no monopólica y no asociada ni dependiente del capital imperialista, cuyos intereses objetivos son compatibles con el incipiente proceso de liberación nacional que se lleva a cabo en el país. Pero tal fracción de la burguesía, hasta ahora, no incide de manera determinante en la realidad económica y social del país. De hecho, la mayoría de los escasos y no siempre exitosos desarrollos productivos de alguna envergadura que han ocurrido en años recientes, han correspondido a iniciativas del propio gobierno y no de esa poco pujante fracción burguesa. Y además, esa burguesía no ha demostrado en general, hasta los momentos, tener un compromiso cierto y consecuente con los intereses nacionales, más allá de si expresa simpatías con el actual proceso de cambios, se identifica con la oposición, o se abstiene de definir posición en la presente polarización política.
50) Somos testigos a menudo de decisiones, acciones y omisiones gubernamentales que, en correspondencia con el carácter de clase de los sectores que dirigen el proceso, no sólo no ayudan a fomentar y estimular la conciencia, los niveles de organización y la combatividad de la clase obrera, sino que, por el contrario, conducen a su debilitamiento y a su desmovilización. Ejemplos patentes de esto último son, entre otros: el hostigamiento, persecución y despido que han sufrido las y los trabajadores de empresas y entes del Estado cuando han intentado ejercer su derecho a la organización autónoma e independiente; la demora y el desgano con que han sido atendidos los reclamos de que se avance hacia la formalización de los Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores como expresiones legítimas del Poder Popular; o el haber desaprovechado, a todo lo largo del período anterior de la Asamblea Nacional, una oportunidad excelente para aprobar una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo y una Ley Especial de los Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores. Las Juntas Interventoras de las empresas nacionalizadas, estatizadas o compradas por el Estado, son nombradas por el Ejecutivo Nacional y no son tomados en cuenta los trabajadores o las trabajadores de dichas empresas. 63) La esencia del Estado no ha sido alterada. Las modificaciones introducidas a partir de 1999, resultan intentos de democratizar el Estado burgués, ensayos para corregir los vicios y excesos burocráticos de éste y mejorar sus niveles de eficiencia, propósitos que están enmarcados en un proyecto reformista. La estructura impositiva del Estado descansa fundamentalmente en la reforma neoliberal del ministro Dr. Miguel Rodríguez durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez II que privilegia el Capital en detrimento del trabajo. En esta reforma, la rebaja de tarifas de 16% a favor de los grandes contribuyentes del ISLR produjo una pérdida fiscal, que para compensarla todavía se aplica hasta a los ciudadanos más pobres el 12% del IVA. Los pobres pagan la rebaja de tarifas de que disfrutan los ricos. El IVA es un impuesto neoliberal y viola el principio de progresividad del artículo 316 de la constitución, según el cual debe pagar más impuesto quien goce de mayores ingresos. Por otro lado, la Ley de ISLR protege al patrimonio de los empresarios de la inflación con el ajuste por inflación en detrimento del trabajo. Además, se financia a través del HCM a la totalidad de las clínicas privadas del país en detrimento del sector salud ya que estos recursos con los cuales se subvenciona a las clínicas privadas y a las compañías de seguros deberían ser aplicados al sistema de salud pública y a la seguridad social. Esto se debe, en buena medida, a que las fuerzas motrices del proceso iniciado en 1999 corresponden a un perfil clasista de fracciones de la pequeña burguesía, en alianza con sectores medios vinculados al funcionariado estatal incluyendo el estamento militar, y con la intelectualidad radicalizada. Tal bloque de clases, a menos que sea modificado bajo el influjo de un cambio en la correlación de fuerzas,carecerá de la vocación y el empuje necesarios para avanzar mucho más, y puede llegar a retrogradar y degenerar poniendo en peligro los avances democráticos y progresistas de la última década. 66) Pero la concepción que se ha impuesto desde el gobierno, aunque dice estimular y fomentar la participación protagónica del pueblo organizado, en la práctica somete al llamado “Poder Popular” a las decisiones y lineamientos emanados del Ejecutivo Nacional. Esto es el opuesto exacto de lo que deberá ocurrir en el Estado Democrático-Popular Revolucionario que proponemos. Nada avanzamos con denominar a los Ministerios del Ejecutivo Nacional como “del Poder Popular”, si en la realidad el pueblo organizado carece por completo de mecanismos para incidir efectivamente en la administración o contraloría de los entes de gobierno, y mucho menos para dirigir el aparato de Estado como debería ser. Por ejemplo la dependencia de los consejos comunales al ministerio de la comuna, como lo establece la Ley Orgánica de los Consejos Comunales en su artículo 57. ¡Por una nueva correlación de fuerzas para profundizar la liberación nacional hacia el socialismo!

EL PARTIDO DE NUEVO TIPO I

Con la intención de aportar al estudio y discusión de la militancia comunista y del pueblo trabajador, en el marco del 14º Congreso del PCV, Tribuna Popular inicia con la presente entrega la publicación del folleto de Gaspar Jorge García Galló (1906-1992), pedagogo, investigador y luchador revolucionario cubano.





I. INTRODUCCIÓN

LA CONCEPCIÓN LENINISTA DEL PARTIDO

LA TEORÍA ES EL RESULTADO DE UN DESARROLLO

Toda concepción científica es el resultado de un desarrollo histórico durante el cual se unen y enfrentan corrientes opuestas de pensamiento hasta que resulta triunfante aquella que refleja objetivamente las leyes del movimiento y la práctica social comprueba.

En relación con la concepción leninista del Partido de nuevo tipo, la afirmación que antecede queda avalada por un juicio que emitió en diciembre de 1961 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario y Primer Secretario del Partido. En aquella ocasión nos dijo que:

El gran mérito de Lenin consiste en que toma el pensamiento de Marx, lo defiende contra todas las mixtificaciones, contra todos los revisionismos y los cambios que quisieron hacerle, y armado de la teoría, forma el Partido; lucha dentro del Partido contra todas las corrientes pequeño-burguesas, contra todas las corrientes no revolucionarias. Vencen dentro del Partido esas corrientes y con una teoría revolucionaria conquista el Poder.

El extraordinario mérito de Lenin –nos decía Fidel– ha sido el de haber interpretado cabalmente el pensamiento de Marx, haberlo llevado a la práctica y haberlo desarrollado en unas circunstancias nuevas, como son las de un Partido revolucionario en el poder. Su extraordinario mérito es el desarrollo de una teoría y un pensamiento extraordinariamente profundo…*

El análisis de los anteriores planteamientos nos lleva a la conclusión de que la concepción leninista del Partido no fue elaborada en una cierta fecha, ni fue el resultado inmediato de un determinado proceso aislado, sino la abstracción lógica de un desarrollo histórico durante el cual su autor, armado de los principios marxistas, interpretó las leyes que rigen la lucha de clases, fue organizando el instrumento idóneo para armar a la clase obrera en la batalla por la toma del poder, para lograr lo cual combatió sin tregua todas las corrientes políticas e ideológicas que se opusieran al logro de esos objetivos.

De esta breve introducción se deduce que para ofrecer un enfoque de la concepción leninista del Partido debemos guiarnos por la dialéctica de lo histórico y de lo lógico, es decir, debemos ir presentando los elementos que van a integrar dicha concepción en la medida en que ellos se fueron concretando, polémicamente, en la práctica social revolucionaria, cerrando el trabajo con la presentación de sus rasgos generales.



II. ANTECEDENTES DE LA CREACIÓN DEL PARTIDO OBRERO

El primer partido proletario de la historia fue la “Liga de los Comunistas”, fundada en 1847, cuyo Manifiesto, redactado por Carlos Marx y Federico Engels, apareció en 1848.

La Liga de los Comunistas se creó sobre la base de una primera organización de trabajadores alemanes residentes en Francia, Suiza e Inglaterra, llamada “Liga de los Justos” o de “los Justicieros”. Carlos Marx y Federico Engels fueron invitados a participar en ella, luego de algunas críticas que el primero hizo de cierto utopismo que prevalecía entre sus miembros. Aceptada su crítica se incorporaron a la Liga que, a principios de 1847, celebró su Primer Congreso, ya con el nombre de Liga de los Comunistas.

De esa reunión surgió una organización democrática y centralizada formada por comunas, círculos dirigentes, junta directiva y congreso. Los organismos de base fueron las comunas de tres miembros como mínimo y diez como máximo. Los objetivos de la Liga fueron: el derrocamiento de la burguesía; el triunfo del proletariado; la abolición de la sociedad antigua basada en el antagonismo de clases, y el establecimiento de la sociedad nueva, sin clases ni propiedad privada.

Al referirse a la significación de la Liga, Lenin expresó que «(…) fue quizás pequeña, pero fue un partido proletario de verdad».

Aquel primer partido obrero de la historia llegó a tener unos 300 miembros, pero tuvo que disolverse en 1852 entre otras razones, por el terror desatado después del fracaso revolucionario de 1848 [1].

Doce años después (1864) se creó la Asociación Internacional de Trabajadores o Primera Internacional. En su fundación tomaron parte activa Carlos Marx y Federico Engels. La Primera Internacional era una organización de frente único, pero Carlos Marx, que redactó su «Manifiesto inaugural», hizo constar que: «La conquista del poder político ha venido a ser (…) el gran deber de la clase obrera» y terminó el documento con la misma consigna de 1848: «¡Proletarios de todos los países: uníos!»

Las luchas de Marx y de Engels contra anarquistas, comunistas utópicos y otras corrientes abrieron el camino para definir la ideología de la clase obrera. En 1869 se fundó el Partido Socialdemócrata Alemán, dirigido por Lasalle [2], y se afilió a la Internacional.

En 1871 se produjo la Comuna de París, que fue la primera expresión de la dictadura del proletariado.

Cuando en 1872 se celebró el V Congreso de la Primera Internacional en La Haya, con la asistencia de representantes de quince países, las ideas de Marx y Engels quedaron establecidas como base de los principios ideológicos y orgánicos del partido proletario.

Después del V Congreso, la Primera Internacional trasladó su sede a los Estados Unidos, donde más tarde se disolvió.

Carlos Marx murió en 1883, cuando ya empezaba a reavivarse de nuevo el movimiento obrero. En esa década se organizaron partidos proletarios en casi toda Europa. En 1889 se fundó la Segunda Internacional. Federico Engels se esforzó por preparar a la clase obrera para la revolución socialista, pero murió en 1895, y el revisionismo [3], que ya venía incubándose en los partidos socialdemócratas, se avivó. Las tesis marxistas fueron engavetadas e interpretadas de modo oportunista. Los partidos de la Segunda Internacional se convirtieron en apéndices de sus fracciones parlamentarias.

Con el surgimiento del imperialismo se presentaron nuevos problemas a los trabajadores. Los partidos que los representaban no fueron capaces de afrontarlos a causa de sus limitaciones ideológicas y organizativas. Era necesario desarrollar en forma creativa la doctrina marxista en esas nuevas condiciones y esa tarea correspondió a Vladimir Ilich Ulianov, «Lenin».

Lenin estudió profundamente las ideas de Marx y Engels, las aplicó a las experiencias del movimiento obrero ruso e internacional y elaboró –a través de su intensa vida de revolucionario– las bases ideológicas y orgánicas del partido de nuevo tipo, sus normas y sus principios de dirección.



*Intervención en la Universidad Popular del Aire. (N. del A.)

[1] La revolución empezó en 1848 en Francia el 24 de Febrero, en Viena el 12 de marzo y en Berlín el 18 de marzo. Carlos Marx, expulsado de Bélgica en febrero, se trasladó a París. Después de la revolución de marzo marchó a Alemania. La contrarrevolución triunfante lo expulsó de este país en 1849. Marx fue primero a París, de donde también fue expulsado. Entonces se estableció en Londres, donde vivió hasta su muerte. (N. del E.)

[2] Fernando Lasalle (1825-1864): conocido socialista alemán, fundador de la Asociación General de Obreros Alemanes, que desempeñó un papel positivo en la tarea de transformar a los obreros «de un apéndice de la burguesía liberal» en un «partido político independiente» (Lenin). Al mismo tiempo, Lasalle y sus continuadores mantuvieron una posición oportunista en varias cuestiones políticas importantísimas, por lo que Marx y Engels lo criticaron duramente. (N. del E.)

[3] Revisionismo: tendencia que, titulándose marxista y pretendiendo corregir el marxismo, tergiversa o niega las tesis fundamentales de éste, a fin de convertirlo en una teoría aceptable para la burguesía e ineficaz para la lucha de los trabadores por la Revolución y el socialismo. Eduard Bernstein, miembro del Partido Socialdemócrata Alemán, puede considerarse el padre del revisionismo. El revisionismo contemporáneo adopta formas más sutiles que el de Bernstein. Se proclama partidario del marxismo-leninismo, pero trata de justificar la conciliación con el imperialismo. (N. del E.)



Continúa en el próximo Número de TP, con “La etapa de fundamentación ideológica del Partido”

EL PARTIDO DE NUEVO TIPO II

Con la intención de aportar al estudio y discusión de la militancia comunista y del pueblo trabajador, en el marco del 14º Congreso del PCV, Tribuna Popular continúa la publicación del folleto de Gaspar Jorge García Galló (1906-1992), pedagogo e investigador comunista cubano.




III. LA ETAPA DE FUNDAMENTACIÓN IDEOLÓGICA DEL PARTIDO

Los primeros grupos o círculos marxistas rusos se organizaron en la década del 80 del siglo XIX. Algunos de ellos en el extranjero, como el grupo «Emancipación del Trabajo» que dirigía Jorge Plejanov[4] en Suiza. Estos grupos hicieron un buen trabajo en el estudio y la divulgación de las ideas de Marx y Engels. Plejanov y sus compañeros combatieron las ideas políticas y económicas erróneas de los populistas o «amigos del pueblo», que menospreciaban el papel revolucionario del proletariado, situaban en primer plano al campesinado y, en sus métodos de lucha, no confiaban en las fuerzas de las masas y de su organización, sino en el valor de la acción directa y el papel de los héroes.

Cuando Lenin terminaba sus estudios del Gimnasio (bachillerato) se descubrió que su hermano Alejandro había participado en el proyecto de un atentado contra el zar. Alejandro pertenecía a la organización «Voluntad del Pueblo»[5]. Fue condenado a muerte. Su hermana Ana también estuvo detenida. Se cuenta que al comentar el método de los populistas, Volodia (Lenin) exclamó: «¡Ese no es el camino!».

Lenin, que había estudiado El Capital, libro que tenía su hermano, se adscribió al marxismo desde la adolescencia. En el año que estuvo en la Universidad de Kazán participó en el círculo que dirigía Fedoseiev. Después de ser expulsado de la Universidad laboró en otros círculos en Samara.

Aquellos primeros círculos o grupos hacían una buena labor clandestina de estudio y divulgación, pero no llegaron a vincularse con el movimiento obrero.

Cuando Lenin terminó sus estudios de Derecho, pasó a Petersburgo donde se dedicó fundamentalmente al trabajo revolucionario. En 1895 creó la «Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera», que agrupó a varios núcleos marxistas. A diferencia de los anteriores círculos la Unión se vinculó a las luchas proletarias, y de este modo surgió el primer germen del Partido obrero revolucionario en Rusia.

Otras uniones se crearon en distintas ciudades del país y Lenin empezó a ser conocido como uno de los marxistas más capaces.

Al retorno de un viaje que hizo Lenin al extranjero para ponerse de acuerdo con Plejanov y otros marxistas y organizar el Partido, fue detenido y encarcelado a fines de 1895. En 1897 se le celebró juicio y fue condenado al destierro en Siberia. Durante su prisión y destierro los nuevos dirigentes de la Unión de Lucha se desviaron hacia la línea política del “economismo”[6]. Ya en esa época Lenin había dado muy serias batallas contra los populistas[7] y contra los llamados «marxistas legales».

El primer intento para unificar las diversas organizaciones marxistas se realizó en 1898 en la ciudad de Minsk. Participaron en ese Congreso nueve delegados que fueron detenidos casi inmediatamente. No se pudo crear el Partido, ni acordar el Programa, los Estatutos, el centro único de dirección, ni el enlace entre los grupos y uniones existentes.

Desde el destierro seguía Lenin trabajando por la creación del Partido y desenmascarando la línea oportunista de los economistas.

Cuando en 1900 cumplió su condena salió al exilio, después de algunos contactos en Rusia, y logró convencer a otros marxistas de la necesidad de una labor previa de divulgación ideológica del marxismo, para lo cual era necesario fundar un periódico que cumpliera la doble función de definir la verdadera línea marxista y sirviera de enlace entre los grupos dispersos. Ese periódico fue Iskra (La Chispa)[8].

Lenin y otros camaradas de sus mismas ideas utilizaron las páginas de Iskra para esclarecer los fines y las tareas del Partido y deslindar los campos con los economistas; es decir, para que todos supieran qué tipo de Partido debía crearse. Uno de los artículos de Lenin se titulaba: «Por dónde empezar», cuyas ideas fundamentales desarrolló después en su famoso libro: ¿Qué hacer?[9].

Como en dichos materiales están contenidas las bases ideológico-teóricas del Partido de nuevo tipo, es necesario reseñarlas del modo más sintético posible.



Las bases ideológicas del Partido leninista son las siguientes:

a) La lucha de la clase obrera no se puede limitar al aspecto económico, pues si se limitara a ello dejaría en pie a los patronos y al gobierno que los representa, y condenaría a los obreros a una eterna esclavitud. La misión de la clase obrera es destruir el sistema capitalista y para ello hay que quitar del medio a su gobierno (en ese caso, el zarismo).

b) Negar el papel dirigente del Partido y ensalzar la espontaneidad del movimiento obrero, como pretenden los economistas, equivale a ir a la zaga de los acontecimientos (seguidismo) y desarmar a la clase obrera cuyos enemigos tienen sus Partidos, sus estados mayores. Eso equivale a traicionar al proletariado.

c) Rebajar el papel del elemento consciente, es decir, de la teoría, significa burlarse de la clase obrera, que tiende a la conciencia «como la planta a la luz»; es despreciar el arma mediante la cual el Partido se percata del presente y prevé el futuro; es hundirse en la charca del oportunismo, pues «sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario» (…) «sólo un Partido dirigido por una teoría de vanguardia puede cumplir su misión de combatiente de vanguardia».

d) Engañan a la clase obrera los que afirman que el movimiento espontáneo puede engendrar una ideología socialista. La ideología socialista brota de la ciencia. Los que niegan la necesidad de llevar la ideología socialista a la clase obrera, contribuyen así a que se infiltre la ideología burguesa porque no hay término medio entre ambas (no hay «tierra de nadie» en la ideología).

e) Los «economistas» o «economicistas» no aspiran a un Partido revolucionario, sino a un Partido de «reformas sociales», lo que significa el mantenimiento del capitalismo. Son oportunistas que traicionan los intereses fundamentales del proletariado.

f) El «economismo» no surge en Rusia por azar. Es vehículo de ideas burguesas en el movimiento obrero. Los «economistas» son aliados de los socialdemócratas de Europa –como Bernstein– que enarbolan la «libertad de crítica» y exigen la «revisión» de la teoría de Marx; ellos son los que renuncian a la revolución, al socialismo, a la dictadura del proletariado.



La batalla de Lenin contra el oportunismo «economicista» surtió efecto inmediato, pero la base ideológica que se desprendió de esa batalla ha quedado como uno de los elementos claves del Partido de nuevo tipo, por las siguientes razones:

- Desentrañó hasta sus últimas raíces la fuente ideológica del «oportunismo», que consiste en subordinarse a la espontaneidad del movimiento revolucionario y rebajar el papel de la conciencia socialista.

- Destacó la importancia de la teoría marxista como fuerza revolucionaria.

- Fundamentó una de las tesis claves del marxismo, que se expresa en la fusión del movimiento obrero con el socialismo, es decir, con la ciencia.

- Elaboró los fundamentos ideológicos del Partido.



En resumen, cuando se trata de explicar la esencia del Partido de nuevo tipo y se dice que es el destacamento de vanguardia, consciente, de la clase obrera, en el adjetivo consciente se está expresando que porta la teoría marxista, que se funda en la ciencia del socialismo, cuyos principios y leyes inculca a la clase obrera y, sobre la base de ellos, la conduce a la toma del poder y a la edificación de la sociedad comunista.

Lenin –también polemizando– estableció las bases orgánicas del Partido.



[4] Plejanov, Jorge Valentínovich (1856-1918): destacada personalidad del movimiento socialdemócrata ruso e internacional, teórico y propagandista del marxismo. Menchevique desde 1903. Al empezar la segunda guerra mundial adoptó una posición socialchovinista. (N. del E.)

[5] La voluntad del pueblo: sociedad política secreta de los populistas-terroristas, creada en 1879. Al mismo tiempo que defendían las posiciones del socialismo utópico populista, los miembros de La Voluntad del Pueblo emprendieron el camino de la lucha política, considerando como tarea más importante el derrocamiento de la autocracia y la conquista de la libertad política. Luchaban heroicamente contra esa autocracia, pero, partiendo de la errónea teoría de los héroes «activos» y la «multitud» pasiva, pensaban transformar la sociedad con sus propias fuerzas, sin la participación del pueblo, mediante el terror individual, la intimidación y la desorganización del gobierno. Después del 1 de marzo de 1881 (día en que dieron muerte al zar Alejandro II), el gobierno destruyó la sociedad mediante crueles persecuciones, ejecuciones y provocaciones. (N. del E.)

[6] Economismo: corriente oportunista existente en la socialdemocracia de Rusia a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Los economistas opinaban que la lucha política contra el zarismo debía librarla, principalmente, la burguesía liberal, en tanto que los obreros debían limitarse a la lucha económica por mejorar las condiciones de trabajo, elevar los salarios, etc. Negaban el papel dirigente del Partido y la importancia de la teoría revolucionaria en el movimiento obrero, afirmando que este último debía desarrollarse exclusivamente por vía espontánea. (N. del E.)

[7] Populista: partidario del populismo, corriente político-ideológica surgida en Rusia en la década del 70 del siglo XIX. Los populistas eran demócratas pequeño-burgueses que luchaban contra la autocracia y por la abolición de la propiedad agraria terrateniente en Rusia. Se consideraban socialistas, pero eran adversarios de la única teoría científica del socialismo, la teoría marxista, que se asienta en las leyes objetivas del desarrollo de la sociedad. (N. del E.)

[8] Iskra (la Chispa): primer periódico de los marxistas revolucionarios de Rusia, fundado por Lenin a fines de 1900. Aparecía en el extranjero y se difundía ilegalmente en Rusia. La Iskra leninista de los años 1900-1903 desempeñó un enorme papel histórico preparando la formación del Partido político independiente del proletariado de Rusia. En noviembre de 1903, poco después del II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, el periódico pasó a manos de los mencheviques. (N. del E.)

[9] ¿Qué hacer? material elaborado por Lenin en 1901 y principios de 1902 con el fin de preparar las condiciones para el II Congreso del POSDR. Se publicó en 1902 en Stuttgart. Este libro refutó la ideología oportunista de los «economistas» o «economicistas»; demostró sus raíces y sus fuentes correspondientes, consistentes en el sentimiento y la supeditación al movimiento espontáneo de los obreros y en rebajar el papel de la conciencia socialista; destacó la importancia de la teoría revolucionaria; estableció la tesis de que el Partido es la fusión del movimiento obrero con el socialismo, y sentó las bases ideológicas del Partido. (N. del A.)

EL PARTIDO DE NUEVO TIPO III


CARACAS, 26 MAR. 2011, TRIBUNA POPULAR Nº 187.- Con la intención de aportar al estudio y discusión de la militancia comunista y del pueblo trabajador, en el marco del 14º Congreso del PCV, Tribuna Popular continúa la publicación del folleto de Gaspar Jorge García Galló (1906-1992), pedagogo e investigador comunista cubano.

IV. LA ETAPA DE LA FUNDAMENTACIÓN ORGÁNICA DEL PARTIDO

Las bases organizativas del Partido fueron desarrolladas por Lenin durante la celebración del Segundo Congreso y más tarde en la lucha contra los mencheviques, especialmente, en su célebre libro «Un paso adelante, dos pasos atrás»[10].

En el Segundo Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSR), se enfrentaron dos líneas durante la discusión de los Estatutos: la de Lenin y la de Martov[11]. La fórmula de Lenin establecía que sólo podía ser miembro del Partido quien aceptase su Programa, ayudase al Partido en el aspecto económico y estuviese afiliado a uno de sus organismos.

La fórmula de Martov discrepaba en el último aspecto, pues no consideraba necesario formar parte de un organismo del Partido, ya que se podía ser miembro sin necesidad de estar afiliado a uno de ellos.

Lenin exigía que el Partido fuera un destacamento organizado, cuyos miembros no se sumaban por sí mismos, sino que eran admitidos a través de sus organismos, cuya disciplina debían acatar.

Martov era partidario de un tipo de organización heterogénea y difusa cuyos miembros se adherían a ella sin estar sujetos a su disciplina de base. En vez de un Partido monolítico y combativo, quería un organismo informe al que podía pertenecer cualquier simpatizante, cualquier huelguista, cualquier profesor.

En la discusión de ese artículo de los Estatutos, triunfó la fórmula de Martov por 28 votos contra 22 y una abstención. Luego cambió la correlación de fuerzas en el Congreso cuando se retiraron algunos delegados cuyas tesis fueron derrotadas (los bundistas, representantes de los obreros judíos, y siete oportunistas). Los partidarios de Lenin quedaron en mayoría, y se les conoció desde entonces por bolcheviques; los de Martov se denominaron mencheviques, palabras que quieren decir «mayoritarios» y «minoritarios».

Los resultados del Congreso fueron los siguientes:

– Triunfó la concepción marxista sobre el economismo; se aprobaron el Programa y los Estatutos; se creó el Partido Socialdemócrata y con ello el marco para el Partido de nuevo tipo. Y al destacar las discrepancias sobre organización entre bolcheviques y mencheviques posibilitó definir el puesto que estos últimos vinieron a ocupar, como nuevos oportunistas, en el campo de la organización.

– Al fallar en lo relacionado con los problemas de organización, la batalla tuvo que continuar en el seno del propio Partido, ahora dividido en dos grandes fracciones.

Los mencheviques llegaron a tomar el control de Iskra y desde allí divulgaron sus tesis oportunistas sobre organización, arrastrando al Partido a una situación de dispersión orgánica, de desarticulación de los círculos aislados y empleo de métodos primitivos de trabajo partidario. Lenin les dio respuesta en su famosa obra «Un paso adelante, dos pasos atrás».

Como las tesis de este libro sirvieron de base orgánica al Partido de nuevo tipo, hay necesidad de presentarlas en forma sintética.

Ellas pueden resumirse del siguiente modo:

a) El Partido es una parte de la clase obrera, su destacamento de vanguardia, que se distingue de otras organizaciones de la clase por ser un destacamento consciente, marxista, pertrechado con el conocimiento de las leyes de la vida social y las leyes de la lucha de clases, que lo capacita para dirigir sus luchas.

Confundir el Partido con la clase es confundir la parte con el todo. El Parito es el Estado Mayor de la clase. Confundirlo con la clase es rebajar el nivel de conciencia del Partido al nivel de cualquier huelguista. Lo que hay que hacer es elevar el nivel de cualquier huelguista al nivel del Partido.

b) El Partido es, además el destacamento organizado de la clase obrera, con una disciplina igual para todos, por eso sus miembros tienen que pertenecer a uno de sus organismos y estar sujetos a los acuerdos del Partido. De otro modo, éste no tendría una voluntad única y no podría conseguir jamás la unidad de acción de sus miembros, indispensable para dirigir la lucha de la clase obrera.

La dirección de la lucha y su encauzamiento hacia una meta única, exige la organización de un destacamento único, soldado por una voluntad única, por la unidad de acción y la unidad de disciplina.

El Partido no es una simple suma aritmética de miembros sino un complejo de organizaciones.

c) El Partido –además de ser un destacamento de vanguardia, consciente y organizado– es la más alta forma de organización de la clase obrera, llamada a dirigir a todas las demás organizaciones de la clase. Eso es así porque está compuesto por los mejores hombres y mujeres de la clase, pertrechados con la teoría de vanguardia y con la experiencia del movimiento revolucionario. Rebajar su papel es debilitar a todas las demás organizaciones y desarmar al proletariado, pues éste no dispone en su lucha por el Poder de más arma que la organización.

d) El Partido no puede vivir ni desarrollarse sin vincularse estrechamente con las masas sin Partido; con los millones de hombres y mujeres del proletariado. El Partido, aislado de las masas, se halla condenado a perecer.

e) Para funcionar bien y dirigir a las masas conforme a un plan, el Partido debe estar organizado sobre la base del centralismo, con Estatutos únicos, con una disciplina única, igual para todos, con un solo órgano de dirección al frente, a saber: el Congreso del Partido y, entre Congresos, el Comité Central; con la subordinación de la minoría a la mayoría, de los distintos organismos a los organismos centrales, y de los organismos inferiores a los superiores.

Lenin aclaraba que en la situación conspirativa en que se vivía entonces no podía estructurarse el Partido sobre el principio de la elección desde abajo, pero al superarse esa situación pasajera, los organismos se estructurarían conforme a la elección democrática y a la rendición de cuentas de los elegidos a sus electores.

«Ahora somos ya un Partido organizado –escribía Lenin– y esto entraña la creación de una autoridad, la transformación del prestigio de la idea en prestigio de la autoridad, la sumisión de los organismos inferiores a los organismos superiores del Partido».

El principio rector de la organización del Partido es el centralismo-democrático, pues la voluntad única que exprese los intereses de toda la clase requiere agrupar todas las fuerzas, orientarlas a un mismo fin y concertar las acciones dispersas, lo que sólo puede lograrse con una dirección centralizada. Pero esa voluntad única, centralizada, sólo se puede formar por vía democrática que posibilite el confrontamiento de opiniones y proposiciones y que luego, lo que se acuerde, sea obligatorio para todos. Eso es el centralismo-democrático, que significa:

– En el aspecto democrático: la elección de los organismos dirigentes desde abajo y la información periódica de los organismos del Partido a las organizaciones que los eligieron.

– En el aspecto del centralismo: severa disciplina, igual para todos, y subordinación de la minoría a la mayoría; obligatoriedad del cumplimiento de las decisiones; subordinación de los organismos inferiores a los superiores.

El centralismo-democrático no es una suma de centralismo y democracia. Es una integración, pues si la minoría no se somete a los acuerdos de la mayoría (que es el centralismo) estaría vulnerando las normas de la democracia. Ese es un ejemplo de integración.

Por último, en la batalla que dio Lenin por establecer las bases orgánicas del Partido quedó elaborada, por primera vez, la Teoría del Partido como organización dirigente del proletariado y como instrumento o arma fundamental en la lucha por su dictadura de clase.

[10] Un paso adelante, dos pasos atrás: este libro de Lenin se editó en mayo de 1904 en Ginebra. Fue escrito para combatir a los mencheviques que, después del II Congreso del POSDR, utilizaron las páginas del periódico del Partido, Iskra, para propugnar sus ideas que relajaban la organización, la disciplina y el espíritu de Partido. En este valiosísimo libro de Lenin quedaron establecidos los principios de organización de la vanguardia de la clase obrera. (N. del A.)

[11] Martov, L. (Tsederbaum, Yuli Osipovich) (1873-1923): uno de los líderes e ideólogos del menchevismo, ala oportunista de la socialdemocracia rusa. (N. del E.)

Continúa en el próximo Número de TP, con “La etapa de la fundamentación de la Táctica del Partido”.

Las Células debaten

Tribuna Popular.- El pasado 14 de marzo inició el lapso de Conferencias de Célula, que se prolongará hasta el 15 de mayo.

Durante dos meses, establecido en el «Reglamento de participación y del proceso congresual», el máximo organismo de dirección en el nivel de base del PCV, discutirá y se pronunciará sobre los informes del Comité Regional, Local y del Secretariado de Célula, así como sobre los documentos base de discusión del 14º Congreso, los Proyectos de «Actualización del Programa», «Línea Política» y «Reforma de los Estatutos».

Igualmente, se elegirán democráticamente las y los Delegados a las Conferencias Local y Regional, y al 14º Congreso, así como la Dirección de la Célula.

La Comisión Nacional Preparatoria (CNP) hizo llegar a los Comités Regionales las Planillas de «Acta de Conferencia», «Control de Asistencia» y «Credencial de Delegado», para dotar a cada Célula de estos materiales.

Así se construye la política y se eligen las Direcciones en el PCV, de abajo hacia arriba, fortaleciendo la organización leninista, para que el 14º Congreso, del 4 al 7 de agosto, sea un paso cualitativo en el camino de «el Partido de la Revolución».

EL PARTIDO DE NUEVO TIPO IV


CARACAS, 15 ABR. 2011, TRIBUNA POPULAR Nº 188.- Con la intención de aportar al estudio y discusión de la militancia comunista y del pueblo trabajador, en el marco del 14º Congreso del PCV, Tribuna Popular continúa la publicación del folleto de Gaspar Jorge García Galló (1906-1992), pedagogo e investigador comunista cubano.

Con la intención de aportar al estudio y discusión de la militancia comunista, de la clase obrera y del pueblo trabajador, en el marco del 14º Congreso del PCV, Tribuna Popular continúa la publicación del folleto de Gaspar Jorge García Galló (1906-1992), pedagogo e investigador comunista cubano.

V. LA ETAPA de la FUNDAMENTACIÓN de la TÁCTICA DEL PARTIDO. SU BASAMENTO POLÍTICO

Durante la Revolución rusa de 1905-1907, lucharon dos líneas política en el seno del POSDR[12]: la bolchevique y la menchevique.

Los bolcheviques, dirigidos por Lenin, preconizaban la insurrección armada, la hegemonía de la clase obrera en la revolución, el aislamiento de la burguesía, la alianza con el campesinado, la formación de un gobierno revolucionario de obreros y campesinos y el desarrollo de la revolución hasta sus últimas consecuencias.

Los mencheviques se conformaban con reformas, aceptaban la hegemonía de la burguesía liberal y se aliaban con ella, en vez de aliarse con el campesinado, y demandaban un gobierno parlamentario como centro de todas las «fuerzas revolucionarias» de Rusia.

En esta etapa se definió por Lenin la táctica del Partido en la revolución democrático-burguesa. Sus ideas fundamentales quedaron consignadas en el libro: Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrático-burguesa[13], aparecido en julio de 1995.

Las tesis fundamentales de ese libro son:

a) El proletariado puede y debe ser el jefe de la revolución democrático-burguesa.

La revolución burguesa era una necesidad en Rusia y en ella estaba interesado el proletariado, pero esta revolución podría terminar con el establecimiento de la República o con un arreglo entre la burguesía y el Zar.

Al proletariado le interesaba el derrocamiento del zarismo y no una componenda; por lo tanto, no debía limitarse a ser una fuerza auxiliar, sino el dirigente del proceso porque estaba en condiciones de serlo, ya que era la clase más avanzada, tenía su propio Partido y estaba más interesado que la burguesía en una victoria decisiva.

Pero para que el proletariado dirija el proceso revolucionario, deben darse dos condiciones: Primero, debe tener un aliado interesado en el triunfo y que se coloque bajo su dirección. Este aliado es el campesinado. Segundo, necesita eliminar la dirección de la burguesía y aislarla.

Esta tesis leninista constituyó un elemento nuevo en el marxismo, pues hasta entonces el proletariado quedaba reducido a un papel auxiliar en las revoluciones burguesas y los campesinos constituían la reserva de la burguesía. Ahora el proletariado pasaba a ser la fuerza dirigente de la revolución burguesa; la burguesía era desplazada de la dirección del movimiento revolucionario y los campesinos se convertían en reserva del proletariado.

b) El medio más importante para el triunfo de la revolución era la insurrección armada victoriosa, para lo cual era necesario lanzar los llamamientos adecuados que sirvieran para desplegar la iniciativa de las masas, organizarlas y desorganizar el aparato del poder del zarismo.

El gobierno provisional que se constituya como resultado de la insurrección victoriosa debe afianzar las conquistas, aplastar la contrarrevolución y llevar a cabo el programa mínimo del Partido. Por lo tanto, no puede ser un gobierno cualquiera, sino el gobierno de la dictadura de las clases victoriosas: los obreros y los campesinos.

c) Inmediatamente de haber logrado los objetivos democráticos, comenzaría la lucha del proletariado y el resto de las masas explotadas por la instauración de la revolución socialista.

Conviene citar textualmente a Lenin:

“El proletariado debe llevar a su término la revolución democrática atrayéndose a la masa de los campesinos, para aplastar por la fuerza la resistencia de la autocracia y paralizar la inestabilidad de la burguesía. El proletariado debe consumar la revolución socialista atrayéndose a la masa de los elementos semiproletarios de la población para destrozar por la fuerza la resistencia de la burguesía y paralizar la inestabilidad de los campesinos y la pequeña burguesía (…)”

Lenin aplicó en este caso la conocida tesis de Marx sobre la revolución ininterrumpida, pero añadió un nuevo factor: el de la alianza obrero-campesina.

La tesis leninista sobre la táctica del Partido estableció la teoría de la revolución socialista, no llevada a cabo solamente por el proletariado, sino por el proletariado erigido en fuerza hegemónica, teniendo como aliados a los elementos semiproletarios de la población, el campesinado y las demás masas trabajadoras y explotadas.

Lenin enriqueció el marxismo con una nueva teoría de la revolución y dio al Partido las bases tácticas, por las cuales estuvo en condiciones de tomar el poder en 1917.

VI. SOBRE la PUREZA de la TEORÍA del PARTIDO

Una de las bases del Partido es la pureza de la teoría. Lenin tuvo que batallar también en ese frente.

En los años que siguieron a la derrota de la Revolución de 1905-1907, se produjo el desmoronamiento moral y la descomposición de los elementos inestables que durante el auge se habían adherido al proceso. El decadentismo y la falta de confianza también afectaron a algunos miembros del sector bolchevique.

Un grupo de escritores (bolcheviques y mencheviques), aparentando defender el marxismo «criticaron» sus fundamentos filosóficos de modo velado, especialmente la teoría del conocimiento o gnoseología. Cayeron en el idealismo subjetivo de los empiriocriticistas Mach y Avenarius, herederos del inglés George Berkeley, que negaba la realidad objetiva como fuente del conocimiento.

Lenin salió al frente de estos «críticos». Dedicó una gran parte de su tiempo a profundizar en los fundamentos filosóficos del materialismo dialéctico y escribió su famoso libro Materialismo y empiriocriticismo, aparecido en 1909.

Sin poder entrar aquí en el análisis de la obra, debe decirse que Lenin denunció el idealismo empiriocriticista como expresión de la lucha de los Partidos en filosofía y profundizó en los aspectos gnoseológicos y metodológicos del Materialismo Dialéctico.

Al denunciar a los seguidores de Mach y Avenarius, Lenin nos enseñó que lo que caracteriza al revisionismo moderno, tanto en el campo de la economía política como en los problemas de la táctica y en el campo de la filosofía en general, es una falsificación cada vez más sutil del marxismo y un disfraz cada vez más sutil de las doctrinas antimaterialistas presentadas como marxismo.

Por su riqueza teórica, el libro Materialismo y empiriocriticismo tiene una gran importancia en la historia del desarrollo del Partido de nuevo tipo, como salvaguardia de la pureza marxista en su raíz filosófica.

[12] POSDR: Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. (N. del E.)

[13] “Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática”: este libro de Lenin se escribió durante el período de auge de la Revolución rusa de 1905. En él se define la táctica del Partido tal como la interpretaban los bolcheviques, frente a aquella otra táctica que preconizaban los mencheviques. Lenin demostró que la clase obrera hegemónica, durante la revolución democrática burguesa, debe aliarse al campesinado, condición indispensable para su transformación en revolución socialista. Apoyada en el campesinado, la clase obrera está en condiciones de aplastar la resistencia de la autocracia y de paralizar la inestabilidad de la burguesía. Hecha la revolución socialista, la clase obrera atrae a los elementos semiproletarios de la población, destroza la resistencia de la burguesía y paraliza la inestabilidad de los campesinos y de la pequeña burguesía. Esta obra de Lenin es imperecedera. Ella guía a los bolcheviques en 1917 para la toma del poder y también ha servido de guía a otras revoluciones socialistas, como la cubana. Fidel es uno de los más preclaros discípulos de Lenin. (N. del A.)

Continúa en el próximo Número de TP, con “La definición del trabajo legal, del trabajo clandestino y del “centrismo” en el Partido”.

El PCV se construye desde las bases

Tribuna Popular.- El proceso congresual del Partido Comunista de Venezuela (PCV) está en pleno desarrollo y cumpliéndose con gran entusiasmo por la militancia, amigos y amigas.

Con miras al 14º Congreso del PCV, pautado para llevarse a cabo del 4 al 7 de agosto de este año, los organismos de militancia comunista, las Células, están avanzando en sus Conferencias, en las que discuten y se pronuncian sobre los documentos base del Congreso, los informes de los organismos de dirección, eligen a los Delegados a las Conferencias Regionales y al Congreso, y eligen autónomamente a su Dirección política.

Desde el 14 de marzo hasta el 15 de mayo, mediante las Conferencias de Célula, se empieza a construir la política del PCV, de abajo hacia arriba, desde las bases hasta el Congreso.

Es la constatación de la vigencia de las normas leninistas de organización, la realidad viva y vibrante del centralismo-democrático, cuando la política y los dirigentes del PCV se definen de abajo hacia arriba.

Simultáneamente, ya se está preparando el inicio de las Conferencias Locales, pautado para el 7 de mayo, y que se prolongarán hasta el 5 de junio.

En este espacio, participarán como Delegados Efectivos los Miembros de los Comités Locales del PCV y los Delegados electos en las Conferencias de Célula. Además, como Delegados Fraternales, participarán los Miembros principales y suplentes del Comité Local de la JCV.

V.I. Lenin: Proyecto de decreto sobre el Control Obrero

Por: Vladimir Ilich Lenin



1. Queda establecido el control obrero sobre la producción, conservación y compraventa de todos los productos y materias primas en todas las empresas industriales, comerciales, bancarias, agrícolas, etc., que cuenten con cinco obreros y empleados (en conjunto), por lo menos, o cuyo giro anual no sea inferior a 10.000 rublos.

2. Ejercerán el control obrero todos los obreros y empleados de la empresa, ya directamente, si la empresa es tan pequeña que lo hace posible, ya por medio de sus representantes, cuya elección tendrá lugar inmediatamente en asambleas generales, debiendo levantarse actas de la elección y ser comunicados los nombres de los elegidos al gobierno y a los Soviets locales de diputados obreros, y campesinos.

3. Queda absolutamente prohibida la interrupción del trabajo de una empresa o industria de importancia nacional (véase 7), así como la modificación de su funcionamiento, sin autorización de los representantes elegidos por los obreros y empleados.

4. Todos los libros de contabilidad y documentos, sin excepción, así como todos los almacenes y depósitos de materiales, herramientas y productos, sin excepción alguna, deben estar abiertos a los representantes elegidos por los obreros y empleados.

5. Las decisiones de los representantes elegidos por los obreros y empleados son obligatorias para los propietarios de las empresas y no pueden ser anuladas más que por los sindicatos y sus congresos.

6. En todas las empresas de importancia nacional, todos los propietarios y todos los representantes elegidos por los obreros y empleados para ejercer el control obrero responden ante el Estado del riguroso mantenimiento del orden, de la disciplina y de la protección de los bienes. Los culpables de incuria, de ocultación de stocks, balances, etc., serán castigados con la confiscación de todos sus bienes y con penas de reclusión que pueden llegar a cinco años.

7. Se declaran empresas de importancia nacional todas las que trabajan para la defensa o están relacionadas de algún modo con la producción de artículos necesarios para la subsistencia de las masas de la población.

8. Los Soviets locales de diputados obreros, las conferencias de comités de fábrica y las de comités de empleados dictarán, en asambleas generales de sus representantes, reglas más detalladas de control obrero.

* El Proyecto de decreto sobre el control obrero sirvió de base al proyecto de decreto confeccionado por el Comisariado del Pueblo del Trabajo y publicado, con enmiendas y adiciones, el 16 (3) de noviembre de 1917 en el núm. 178 de Pravda. El proyecto de decreto fue discutido el 14 (27) de noviembre del mismo año en la reunión del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia y aprobado con enmiendas insignificantes. El 15 (28) de noviembre se discutió en una reunión del Consejo de Comisarios del Pueblo, publicándose el 16 de noviembre de 1917, con el título de Decreto sobre el control obrero, en el núm. 227 de Izvestia del CC de toda Rusia. [Nota de la Editorial]

Fuente:

Escrito: El 26 ó 27 de octubre (8 ó 9 de noviembre) de 1917
Fuente: V. I. Lenin, Obras escogidas, en tres tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1985, t. 3, págs. 497-498.
Primera edición: En 1929 en las 2a y 3a ediciones rusas de las "Obras" de V. I. Lenin, t. XXII.
Edición electrónica: Marxists Internet Archive, 1999.
Digitalización y HTML: Juan R. Fajardo, dic. de 1999.