La
Célula Sótero Figueroa saluda la Declaración política del Comité Central del
Partido Comunista de Venezuela, (PCV). En esta declaración política se tocan
los aspectos relevantes tanto de la situación internacional como de la nacional.
A
continuación transcribimos la Declaración política del Comité Central del
Partido Comunista de Venezuela.
Caracas, 17 y 18
de septiembre de 2011 Caracas, 17 y 18 de septiembre de 2011
DECLARACIÓN
POLÍTICA
El II Pleno del
Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), electo en el reciente
y combativo 14º Congreso, sesionó en Caracas, el 17 y 18 de septiembre de 2011,
examinando la situación política nacional e internacional, referenciada por la
agudización de la lucha de clases y por la creciente responsabilidad de las
fuerzas del progreso para que los avances revolucionarios se consoliden y
profundicen.
Situación
internacional
La
dialéctica relación de contradicciones interimperialistas se encuentra en un
momento en el que fortalecen sus alianzas ante objetivos comunes, incrementando
su ofensiva contra los pueblos, en la búsqueda de salir de la profunda crisis
del sistema capitalista mundial por la que transita desde 2008.
El
imperialismo a través de uno de sus instrumentos militares, la OTAN, con su
nueva concepción estratégica, está materializando una de las alertas que el
movimiento mundial de la paz estuvo haciendo desde hace cerca de diez años,
sobre su intención de utilizarlo como mecanismo de imposición de su política y
resguardo de sus intereses más allá de la zona del Atlántico Norte y la frontera
con Europa del Este, ampliando su alcance a cualquier rincón de la tierra.
Están, además,
utilizando nuevas tácticas de agresión a pueblos y sumisión de países, junto a
los tradicionales mecanismos de subvertir y desestabilizar procesos y gobiernos
que, siendo de carácter popular o no, se interpongan a sus intereses y
necesidades de dominar mercados, riquezas naturales y fortalecer su
posicionamiento y dominio geo-político. Para toda esta política de dominación,
el imperialismo cuenta con la ONU como instancia de legitimación de sus
agresiones.
El imperialismo
y sus lacayos sionistas, despliegan una ofensiva estratégica para mantener y
fortalecer su hegemonía en el Medio Oriente y en el Norte de África. Con tales propósitos,
desarrollan una ofensiva de agresiones simultáneas, interviniendo en Libia,
apoyando de todas las formas a una débil oposición y lanzando un criminal
bombardeo masivo. Tratan de desestabilizar a los gobiernos de Siria e Irán,
creando condiciones para una posible intervención militar. De igual modo,
niegan el derecho inalienable del pueblo palestino a tener un Estado
independiente y soberano, con las fronteras de 1967 y Jerusalén Oriental como
capital; justa demanda a la que el PCV reitera su absoluto apoyo. Venezuela…
Simultáneamente,
el capital monopolista transnacional utiliza sus armas económico-financieras
para recuperar sus tasas de ganancia, eliminando conquistas sociales y el
derecho de los pueblos a una vida digna, a un trabajo estable y bien
remunerado, a un sistema de seguridad social accesible para todos y todas, a un
sistema de salud pública eficiente, a una educación gratuita y de calidad.
Estas políticas son las que están enfrentando la clase obrera y los pueblos de
Europa, en particular los de Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia y
Francia.
Los Partidos
Comunistas y el sindicalismo clasista están en la primera línea de combate
político y de masas, y cuentan con la solidaridad de los pueblos del mundo,
porque nos sabemos parte de una misma lucha contra un enemigo común.
En Latinoamérica
y el Caribe, el imperialismo estadounidense sigue intentando retomar sus
anteriores niveles de influencia, manteniendo sostenida, sistemática y
multifacéticamente su contraofensiva a los distintos procesos democráticos y
progresistas que están en desarrollo.
Los esfuerzos de
avanzar en proyectos de integración regional y subregional, como los casos de
CELAC, ALBA y UNASUR, en los que el Gobierno venezolano, la Revolución Cubana y
otros gobiernos progresistas han tenido un papel determinante, deben contar con
el creciente apoyo y participación de las fuerzas políticas y sociales
revolucionarias, con la claridad de que influyen en su seno las correlaciones
de fuerzas en dependencia del carácter de clase de cada gobierno y los grados de
influencia de la burguesía y del movimiento popular-revolucionario en cada país
y en el continente.
Las y los
comunistas y el movimiento obrero y popular, tenemos gran responsabilidad en
los procesos políticos que se desarrollan en Latinoamérica y el Caribe; por lo
que debemos fortalecer las acciones de solidaridad y de unidad
popular-revolucionaria frente a las amenazas imperialistas. En este contexto,
son significativas las movilizaciones del estudiantado chileno junto a las y
los trabajadores, con destacado papel del PC de Chile y sus Juventudes
Comunistas, por reivindicaciones sectoriales y transformaciones políticas
frente al gobierno derechista de Piñera y los rezagos del pinochetismo.
Situación
nacional
Venezuela que es
objetivo priorizado del imperialismo estadounidense, concentrando sus esfuerzos para acabar con la
experiencia popular que avanza en nuestro país. El imperialismo hace esfuerzos
por crear una falsa imagen de autoritarismo y vinculación con lo que llaman
narcoterrorismo, preparando las condiciones para justificar posibles acciones
de intervención. El imperialismo está decidido a “salir” del Gobierno del
presidente Hugo Chávez, de manera electoral o violenta, según la correlación
interna de fuerzas y según se consolide la profundización política y económica
del proceso revolucionario o la conciliación de clases.
En este
contexto, el movimiento obrero venezolano presenta algunos avances, mediante el
fortalecimiento del sindicalismo clasista, el impulso de los Consejos de las y
los Trabajadores y del movimiento por el Control Obrero, y la consolidación del
movimiento de Delegados y Delegadas de Prevención. No obstante, hay que
profundizar el combate contra las pretensiones de sectores del capital y de la
burocracia estatal por subordinar a sus intereses las organizaciones de las y
los trabajadores. Debemos redoblar la ofensiva de calle para lograr la
aprobación este año de la nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo y de
la Ley Especial de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras.
Todo esto con el objetivo central de que la clase obrera y el pueblo trabajador
se posicionen como vanguardia de la revolución venezolana e impongan su
hegemonía para el verdadero rumbo socialista.
La oposición,
heterogénea y contradictoria, fundamentalmente dirigida por fuerzas proimperialistas,
aprovecha el descontento en sectores populares ante graves problemas
estructurales no resueltos, como la inseguridad, el desempleo, el alto costo de
la vida, la corrupción, la impunidad, etc.; siendo una tarea de primera línea
construir y aplicar correctivos, con las fuerzas político-sociales y todo el pueblo.
Debemos
desenmascarar la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y sus
supuestas primarias, porque representan los intereses políticos de los poderes
económicos que dominan esas estructuras partidistas, para retomar sus
privilegios, para abrirle las puertas al capital monopolista y a las
transnacionales saqueadoras de las riquezas nacionales y expoliadoras de
nuestro pueblo. Prueba de ello, es su propuesta ilegal, desestabilizadora y
golpista de una llamada “Ley de Transición”.
El PCV reafirma
que es imprescindible impulsar una victoriosa y contundente ruta electoral para
las elecciones de 2012 y 2013. Serán escenarios de batalla política, ideológica
y de masas, para elevar la conciencia, organización y movilización del pueblo
trabajador junto a su Partido, el PCV. Los espacios conquistados deben servir
para buscar el mejoramiento de la situación de las y los trabajadores, pero, especialmente,
como mecanismo de acumulación para producir la ruptura con el Estado burgués.
El PCV reitera
que el legítimo liderazgo y la enorme credibilidad del presidente Chávez
–siendo el principal factor de unidad patriótica–, es y debe seguir siendo de
gran importancia para la construcción de la dirección colectiva del proceso
revolucionario, una dirección colectiva con la suficiente autoridad moral ante
las masas para impulsar los correctivos actuales necesarios, ayudar a
garantizar la continuidad y profundización de la revolución venezolana y
abrirle cauce a su perspectiva socialista.
Se visualiza un
cuadro político, social y económico que tendrá características críticas en los
años inmediatos por venir, producto de la agudización de las contradicciones de
clase que se expresa en los proyectos de país enfrentados, no sólo con las
históricas y claramente definidas fuerzas de la derecha proimperialista, sino
también con los sectores reformistas y pseudo-socialistas que tienen
significativa influencia a lo interno de las llamadas fuerzas del proceso.
Tenemos por
delante un año de combates definitorios para el desarrollo del proceso
revolucionario venezolano. Así lo evaluó nuestro 14º Congreso cuando resaltó
que “es una necesidad política la reelección del Presidente Hugo Rafael Chávez
Frías en la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, para dar
continuidad a su accionar político en función de profundizar el carácter
democrático, participativo y progresista que se desarrolla en la sociedad
venezolana”. El Comité Central manifiesta, en correspondencia con esta
Resolución, la necesidad de intercambiar directamente con el presidente Chávez
sobre el conjunto de este escenario.
En este marco
referencial, cobra mayor vigencia el planteamiento que insistentemente ha
expresado el PCV, con respecto a la necesidad de conformar el amplio frente
nacional antiimperialista, y cuyas propuestas sobre lo que debe ser el
denominado “Polo Patriótico” están sistematizadas en el documento “Unidad de
las fuerzas patrióticas para profundizar la revolución” –dadas a conocer públicamente
desde el pasado 11 de abril–, resaltando que, más allá del nombre, debe
expresar realmente el instrumento que precisa en la actualidad la revolución
venezolana, y que no sea únicamente un nuevo espacio de coordinación electoral,
que conllevaría a consecuencias de mediano y largo plazo que muchos no ven
todavía, pero que serían determinantes.
El Partido
Comunista de Venezuela está consciente de su papel, de su responsabilidad y de
las esperanzas de millones de trabajadores y trabajadoras. Por eso, es una
necesidad fortalecer al PCV como organización autónoma, crítica y propositiva;
como fuerza movilizadora del pueblo para la profundización revolucionaria; como
instrumento político de la clase obrera para que ésta se constituya en la
vanguardia del Estado democrático, popular y revolucionario que debemos
conquistar.
¡Trabajador,
trabajadora: incorpórate al PCV, tu Partido!
¡Con la clase
obrera y el pueblo trabajador para la toma del Poder!
II Pleno del
Comité Central
Partido
Comunista de Venezuela - PCV